Cómo es la nueva inmigración italiana en Argentina
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Un siglo después de las últimas grandes olas migratorias, hay una nueva inmigración italiana en Argentina. Aunque no podría estar más lejos de los transatlánticos y las humildes valijas de cartón: los inmigrantes italianos 2.0 son jóvenes profesionales y cosmopolitas acostumbrados a viajar y vivir en otros países. Dejan Italia casi siempre por decisión propia y no por necesidad y eligen a Argentina para trabajar, estudiar o, sencillamente, hacer una experiencia de vida.
Una investigación recién publicada busca describir las características de este fenómeno. Se llama Encuesta de Presencia Italiana Contemporánea en Argentina (EPICA) y es uno uno de los proyectos del Laboratorio di Idee Italia Argentina (L.I.A), un think tank apoyado por la Embajada de Italia en Argentina, formado por jóvenes profesionales italoargentinos.
En la encuesta, cerca de 200 italianos recientemente llegados a Argentina respondieron de forma anónima a varias preguntas sobre su situación familiar y laboral, su educación, la experiencia de vivir en Argentina y sus expectativas e inquietudes sobre el país.
Maria Inés Tarelli, una de las coordinadoras del grupo, contó a Infobae cómo surgió el proyecto. "Nos dimos cuenta que estábamos frente a un fenómeno que quisimos medir", explica. "Medir no desde un punto de vista numérico, sino socio-demográfico, es decir cómo es esta nueva ola migratoria, esta movilidad que viene de Italia y qué características tiene. Porque nosotros tenemos toda la información sobre las grandes migraciones de masas, que son las que marcaron la sociedad argentina y que le dejaron una huella y dejaron una fisionomía cultural, pero no sobre ésta. Esto fue lo que nos movió a empezar este estudio demográfico", afirma.
Pero entonces, según los resultados de la encuesta, ¿quiénes son estos nuevos italianos en Argentina?
"Son en mayoría jóvenes, universitarios, muy formados, con estudios de postgrados en Italia o incluso en Argentina", explica Ariel Lucarini, el sociólogo, especializado en temas de inmigración italiana, que coordinó el trabajo.
En efecto, los datos de la investigación muestran que los profesionales millennials son la mayoría: el 53% de los entrevistados tiene entre 25 y 39 años. El 70,1 por ciento tiene un título universitario y más del 20 por ciento (21,9) posee una maestría o un doctorado.
Lucarini destaca además otro dato: los nuevos inmigrantes italianos tienen una gran proyección migratoria, ya que en el 66 por ciento de los casos vivieron y trabajaron en otros países, tanto europeos como de otros continentes, antes de mudarse a Argentina.
Al igual de lo ocurrido con los italianos de hace un siglo, el país parece haberlos acogidos y permitido desarrollarse profesionalmente. Tres de cada cuatro (el 76 por ciento) realiza una actividad en el país: de estos, un número importante -el 74 por ciento- considera que el trabajo que realiza es acorde a las propias calificaciones profesionales.
Aunque, por otro lado, no todo son rosas. Los datos muestran también que muchos de ellos enfrentan las dificultades típicas para las personas que comienzan de cero una nueva vida en otro país: un tercio tiene más de un trabajo y el 33 por ciento no posee aportes provisionales, mientras un porcentaje relevante –el 21 por ciento- declara no tener ningún tipo de seguro médico u obra social.
Cuántos son
Mucho más difícil -inclusive para las propias autoridades italianas- es tener datos precisos sobre la real dimensión de los nuevos flujos migratorios de Italia hacia el país.
Según las autoridades de la Dirección Nacional de Migraciones, en los últimos ocho años un promedio de mil italianos se radicaron en Argentina cada año. Aunque los expertos aseguran que la cantidad real es mucho mayor, ya que un varios casos los nuevos llegados no se inscriben en el AIRE -la oficina de registro de los italianos expatriados- ni informan a los Consulados sobre su presencia en el país.
Argentina está entre los cinco primeros destinos elegidos por los jóvenes italianos que deciden emprender caminos de trabajo y de estudio fuera de su país de origen.
Pero a pesar de la falta de datos oficiales, varios relevamientos independientes describieron el general aumento de la emigración italiana tras la crisis económica de 2008, una tendencia que -en lo que involucra a Argentina- se ve reflejada en la encuesta EPICA.
"Sin bien no son números comparables a las últimas inmigraciones masivas, el dato es significativo porque está por arriba de varios otros países europeos y fronterizos con Italia, como por ejemplo Austria", dice Lucarini.
Con un llamativo dato ulterior: hasta 2014, entre los países no limítrofes Italia era, después de China, el segundo país por número de radicaciones en Argentina.
Cómo ven su futuro en el país
La nueva inmigración italiana se diferencia de la antigua también respecto a las expectativas sobre la permanencia en el país. De hecho, sociólogos y demógrafos prefieren hablar de "movilidad" y no de inmigración, dada la naturaleza "liquida" de los nuevos fenómenos migratorios.
La encuesta EPICA lo confirma: sólo un un tercio de los entrevistados considera que su residencia en Argentina es "definitiva" o "bastante definitiva". Otro tercio, en cambio, estima que es "por un tiempo prolongado", mientras el 20 % dice que se encuentra en el país por un tiempo limitado.
Pero entre tantas diferencias, la investigación muestra un rasgo común entre la inmigración italiana de ayer y la de hoy: muchos de los nuevos llegados -el 88%- tienen un cónyuge o parejas argentinas. Y, entre los que tienen hijos, en el 70 por ciento de los casos son chicos nacidos en Argentina. Un dato que, exactamente como en la experiencia de la última migración italiana de la posguerra, es el principal indicador de un probable afincamiento definitivo.
Fuente: Infobae